Consentimiento informado en las leucemias agudas: deber del médico y derecho del paciente

Carlos Hernández Padrón, Yamilé Quintero Sierra

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Resumen

Desde el punto de vista bioético, en la relación médico-paciente participan tres componentes que conforman la trinidad de la bioética: el enfermo que representa el principio moral de autonomía; el médico que representa el de beneficencia y la sociedad que es el de justicia. El manejo de pacientes con leucemias agudas constituye un reto para el médico y el personal de la salud; pues no solo les corresponde tratar la enfermedad, sino también brindar apoyo moral y afectivo y, por medio del consentimiento informado, un flujo de información adecuado sobre la naturaleza de la enfermedad, de los riesgos de los procedimientos diagnósticos y sobre el tratamiento recomendado. Esto debe hacerse con un lenguaje claro y comprensible que permita al paciente y a sus familiares,  tomar decisiones lo más correctas posibles. La colaboración del paciente debe lograrse sin coacción y el médico no debe sacar partido de su potencial dominio psicológico sobre el enfermo. El equilibrio de la relación médico–paciente puede verse comprometido, tanto por la parte del enfermo y sus familiares, como por la del equipo de salud que lo atiende. Solo la información adecuada para evacuar todas las dudas del enfermo facilita la relación equipo de salud-paciente-familiares y aumenta la confianza del enfermo en el equipo que lo trata, por lo que el personal de salud que se enfrenta a estos problemas debe ser altamente calificado y humanista para, de esta forma, minimizar los dilemas éticos en este campo de la medicina clínica.

Palabras clave

consentimiento informado, relación médico/paciente.




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